DOS MIL TRECE VOL.1

Afuera balazos

Yokisha se prepara para la modernización de los robots 36 D: Mujeres de grandes protuberancias en el cuerpo. Dato curioso: ocupan poco aceite en sus tornillos .

Derbez se proclama nuevamente como el niño consentido de Televisa.

La ciudad donde se construyó a Yokisha queda destruida por los pasos de un gigante clasificación C. Yokisha se ve forzada a viajar en una cápsula programada para viajes largos. En un lapso de 250 años la nave explota. Yokisha sobrevive con muchos curitas en su pulso de reloj.

X le platica a Y: "En serio señorita tenga cuidado a mi hija la subieron en frente de la catedral y ya va tener un bebe. Me la tiraron allá por Tecate". Toda quebraba allá donde el diablo ni se para. Pensó Y.

El gigante sigue causando ciclones con sus dedos en otras residencias cercadas. Los pobres y robots de baja calidad desaparecen.

Aparecen en bolsas, en basureros, en botes, en ácido: "La birria era de lo mejor".

Yumi extraña a Yokisha le hizo una flor de madera aunque sus brazos ya no mantienen la elasticidad de hace 155 años. Sigue siendo tan difícil de percibirlo como el polvo que se queda pegado en la pantalla. Yumi decide esconderse detrás de la pupila de la humana:
Maricela Ferreira
edad 16 años. 

Maricela Ferreira es encontrada en un congal con un dildo, un señor de 30 años y sin licencia. Pal bote mija.

Yumi es expulsado con un estornudo. La tierra lo asusta, los gorilas de uniforme también.

Los diputados se siguen haciendo más ricos y para lograrlo los impuestos se aumentan.

Yokisha se alimenta de un libro de poesía.

Afuera balazos.


Somos repetición,
somos muerte.
Un lazo nos une en un suspiro que se fragmenta en los aires,
para recibirlo
otro desconocido será  percibido
intercambiaremos con él unos cuantos escapes.
Somos repetición
somos muerte
una boca nos pronuncia con una palabra errante de nuestros labios.
Otra vez silencio
otra vez  repetición
otra vez muerte.

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