La maestra

Las situaciones y personas que más quería recordar le eran olvidables fácilmente, en cambio, después de tres años recordó a la maestra de lentes cuadrados hablando de cocaína y su utilización para mantenerse activo por mucho tiempo, poder trabajar, estudiar y hacer un examen con 100. Difícilmente pudo dormir, por quinta vez había vuelto a la realidad, le abrieron la boca y le hicieron tragar la 1095 pastilla para tranquilizar su mente que de forma salvaje había sido atacada por los sucesos fantasmales y, las personas y las situaciones eran inventadas otra vez en la Clínica 22.

Entradas populares de este blog

Sobredosis de honestidad en un culo incierto

De bisexuales y estereotipos están llenos los panteones: Amora y otras obras