A punto de irme a Hermosillo me duelen las cien veces que dije algo que no era, me duele que hayas llamado casi llorando o llorando y prefiera no decirlo preguntando por alguien que quizás es mucho más infinita que cualquiera de nuestras conciencias, alguien que estuvo y ya no esta, ya es muy tarde para encontrar a tu amor, lo siento. Fue mentira lo que decían en las películas con las que crecimos los dos, tú en una época donde todavía mi existencia ni siquiera estaba, solo era una idea de pocas palabras. Yo crecí de la mano de la realidad y la desilusión, no me fue posible creer en las películas. También sé porque estas tristes. No te preocupes cuando llegué me tomaré una foto en la fuente donde ella estuvo y a la misma hora, una foto de la mano de ella y le diré que nunca la he olvidado, extraño sus cenizas están aquí, lejos de mi ciudad la que también fue suya, sus abrazos, sus brazos, sus pinturas, sus poemas, las galletas de chispas de chocolate que sacaba cuando