Ironía

—Me contaron una historia—Iban a casarse. Todo termina en un iba. Ella llegó al día siguiente a casa. Él ya la esperaba. Ella cargaba un ramo de flores, comenzó a llorar y le pidió perdón. Él no entendía y preguntó. Ella se quitó la bufanda y le mostró el cuello repleto de chupetones. Le contó que durmió con su amigo en un motel y que no hicieron nada. Él se fue. 
—Y qué pasó después? 
—Comencé a llorar, yo era la novia del amigo.

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