Brevedades infinitas, una crítica por Mildred Meléndez




Si pudiera escoger una sola palabra para describir esta obra sería: movimiento. Brevedades infinitas es un constante movimiento en lo más profundo del ser humano para poder salir a la superficie y navegar entre lo real y lo fantástico.
Esta serie de microrrelatos se caracterizan por incluir historias cortas y mantener la ambigüedad en todos los finales. La pregunta es ¿Por qué microrrelato? Porque están respondiendo (bajo su construcción) a la necesidad de una generación respuesta a llevar a cabo una lectura corta con un sinfín de significados, ahora, específicamente hablando, Brevedades infinitas necesita amigos cómplices, dispuestos a transitar por toda la intertextualidad que hay detrás de la misma brevedad, de este carácter conciso que elogia al género. 
Es gratificante saber que la conexión entre autor, obra y lector sigue intacta por este medio, cuando uno se acerca a leer Castillo de sangre, que resulta ser la primera parte de este libro resurge un aire de necesidad por saber más, por conocer más y por leer entre líneas, eso es lo que le agradezco notablemente a la obra y a su autora, que fomenta el ejercicio del lector.  Al leer estos microrrelatos bien logrados ya no tenemos a un lector inactivo esperando el final, como bien lo dice el prólogo, se necesita un lector sagaz que llegue hasta la superficie, dé la vuelta y sea  capaz de indagar entre lo más profundo de las palabras para encontrarle un significado, que si bien, puede viajar entre todos los conceptos de realidad que cada lector maneja.
Insisto, el ejercicio del lector es muy importante al momento de leer Brevedades infinitas, actualmente nuestra generación vive para el futuro, para terminar su libro y comenzar uno nuevo sin la introspección y la llamada depresión post obra. Ya no hay reflexión ni análisis tenemos lectores pasivos que no se refugian en los personajes, únicamente se encuentran presentes en todos los aspectos y al final se quedan sin lugar en el ejercicio estético de la obra sin aportar nada a la comprensión y a la observación de los hechos de cada manera sutil de ver el mundo.
Es por ello que la significación del microrrelato puede navegar en dos vertientes: una totalmente errónea y una verdadera. Muchas personas pueden concluir en que la invención del microrrelato sirve para otorgarle a los nuevos lectores historias cortas con menor importancia en el final dentro de un compendio de historias aún más cortas. Lo cierto es que los microrrelatos son retos para los lectores, con el propósito de otorgarles una búsqueda y un significado al mundo en pequeñas abstracciones y palabras al aire que, poniendo atención resultan no estar al aire, resultan significar algo, de esta manera el lector puede fungir una especie de papel en este proceso creativo y de retroalimentación. 
Brevedades infinitas cobra vida totalmente al empezar a leer la primera parte, sigo insistiendo en que para mí es movimiento. Como punto de partida tenemos la “infancia rota”, me gusta enunciarlo así porque esta primera parte incluye la percepción de los cuentos infantiles que todos conocemos, con personajes como Caperucita roja, Mickey Mouse, Alicia en el país de las maravillas, Cenicienta, La bella durmiente entre otros; la sorpresa que todos nos llevamos al leerlo dos o tres veces sino es que a la primera es que Castillo de Sangre habla de todo menos de los cuentos de hadas.
 Me resulta interesante esta fusión entre la infancia y la adultez entre la tradición y lo moderno porque a la hora de leer estas mini ficciones notamos que las historias se parecen más a los cuentos de tradición oral medievales y no tanto a esta conceptualización que cada uno de nosotros llevamos de los cuentos de hadas de Walt Disney provocando así el despojo del estereotipo del héroe o heroína noble, el sabio, el inocente, el villano convencional o incluso, alguno que otro personaje secundario que puede “liberarse” si así lo quiere de la historia que le tocó vivir, en esta obra cada uno es miembro y dueño de otra circunstancia que en el caso que nos ocupa aquí, esa circunstancia se percibe con crudeza y de una manera tajante entre la infancia y el presente, lo que vemos en las noticias. Lo que escuchamos en el radio y en las mismas historias que nos cuentan esta representado en esta primera parte de una manera directa y sin piedad. 
Resulta conveniente introducir al lector bajo esta perspectiva porque desde esos momentos se está anunciando el tema general de la obra; es un libro que se traslada entre lo real y lo fantástico, entre lo que puede ser y lo que es. Aborda temas sociales que nos dejan el corazón helado y con una sensación de vértigo al momento de pasar la página, habla también de temas tabú y temas controversiales para la sociedad, sin embargo no resulta abrupto leerlo, la voz poética que también está bien lograda te acompaña por un halo cadencioso de luz en medio de tanta oscuridad. Podría parecer masoquista o impertinente quedarnos con esta perspectiva sin ejemplificar, por lo tanto citaré una de mis favoritas dentro del primer rubro Castillo de Sangre.
El reloj no deja de sonar en el bolsillo del Conejo, hombre corpulento y chulo famoso de la ciudad. Se le hizo tarde para vender a Alicia, quien trae puesto un corsé azul con listones blancos. En Tijuana sigue siendo la reina de corazones, las liebres ya la están esperando (p. 25).
De esta manera es como Castillo de sangre rompe la tradición de los cuentos de hadas y los transforma mediante la intertextualidad, rasgo que me pareció totalmente acertado porque así se sigue construyendo este carácter cíclico propiamente del ser humano y que intrínsecamente nos ofrece esta obra.
Pasando a la segunda parte titulada Brevedad Infinita en singular, encontramos un viaje que oscila entre diferentes realidades, mi experiencia como lectora me hizo dudar de la realidad de estos relatos porque en primera instancia exponen los sentimientos más profundos que una persona puede llegar a percibir, pero en el momento de avanzar hacia la siguiente acción nos encontramos en un laberinto de alternancias fantásticas. Si bien pueden o no ser reales eso ya no cobra importancia cuando te introduces por esta parte, y como su nombre lo dice es una brevedad infinita, la imagen que aparece en mi cabeza al momento de leer esta parte es una habitación oscura con un incesante eco de emociones y pensamientos liberados que retumban las paredes y los vidrios para poder salir y sentirse victoriosos, empoderados, fuertes y sagaces. Sin duda alguna esta segunda parte resulta ser más empática si es que eso es posible porque refleja las necesidades humanas y los mares de tormenta que vivimos cada uno dentro de esta habitación oscura y asfixiante que también simboliza la autonomía de cada historia.
Rompimiento
Una lagrima resbala sobre su brazo, mientras él sigue fotografiando. El respaldo de la banca tenía su olor. El aliento contenía la soltura de su ropa, los espejos estaban retorcidos y el amor se había terminado. Destapaba el rímel como se destapa la verdad en silencio. 
Continuando bajo esta línea estructural llegamos al futuro con Dos mil trece vol. 1 cabe destacar que en mi interpretación y visión de la “figura cíclica” estamos ahora en un panorama puramente ciber punk que relata la historia de Yokisha, la sorpresa en esta parte es que nuestro personaje ahora es un robot femenino que usa un reloj de pulso y se alimenta de libros de poesía, nuevamente tenemos fusiones entre lo clásico y lo fantástico. Esta tercera parte, spoiler, necesita leerse con mayor detenimiento porque es una historia que ocupa varios microrrelatos para formar uno solo y que a su vez son independientes unos de los otros. Debo confesar que me causó una crisis existencial bastante fuerte y un sentimiento de desesperación por el mundo. En mi trayectoria al leer el libro solo pude pensar en la violencia diaria, en la muerte, en el papel de la mujer en la sociedad, en la prostitución de menores etc. Sin embargo esa sensación que se perpetuó en mi durante esta transición de la lectura a la escritura me hizo concluir que la desolación siempre tendrá una posibilidad de existir en medida que nosotros lo exijamos y es capaz de vivir una metamorfosis en medida que nosotros la impulsemos. Dos mil trece volumen uno habla de una sociedad apocalíptica en donde todo es destruido, agradezco a la autora meter el rasgo poético específicamente en la alimentación de Yokisha como sustento del ser; que en mi interpretación muchas veces es lo que nos hace continuar en esta multiplicidad de realidades y paralelismos. 
Para concluir hablemos de Novisimos cuarta parte del libro y mi favorita, en esta encontramos brevedad en la brevedad, rasgo que me dio muchísima alegría por pertenecer al final. Nada mas bello que reafirmar el propósito de un libro y sustentarlo de manera estructural en el final es decir de manera un poco más concreta; con solo cinco microrrelatos, Novisimos me hizo sentir en reposo, únicamente disfrutando el suave y armonioso sonido de las palabras en el aspecto fónico, y con una temática fantástica en sentido híbrido con lo social, rasgo que caracteriza notablemente la obra en general.
Novisimos habla de amor, de sirenas, de muerte y de más sirenas, entre líneas se puede observar una crítica al estereotipo en general, al mito de la maternidad y a la evolución de la vida, la vida vista como el infinito que todos en algún momento deseamos experimentar.

Sirena
La sirena acaricia con su lengua los oídos, desliza la falda, acaricia las piernas, besa los labios y por último se refugia en uno de los párpados, desde ese lugar inhabitable mirará a los hombres morir con cada orgasmo que da una piel, donde solo la escucharon cantar. 
 De esta manera es como los invito a sumergirse dentro de estas brevedades infinitas, libro que sin duda alguna te hace sentir un viaje emocional y metafórico ante todo el caos que vivimos, es un libro dual sin ningún sentido maniqueista, maneja la dualidad como complemento y como entrada al umbral de todas las posibilidades que a la imaginación se le puedan atravesar. Desconcertante, fuerte, crudo y negro pero altamente poético en su ambigüedad; con hambre de más, con hambre de poesía y de un lector que complete la oración y le otorgue un significado al mundo que nos ofrece su excepcionante autora. 
Gracias. 

Sobre Mildred: Cursó el bachillerato en el Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Naucalpan
Actualmente se encuentra cursando el quinto semestre de la licenciatura de Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán. 



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