Mis brevedades infinitas

Lo es invito a leer la siguiente reseña sobre mi libros ;) 



El libro está dividido en cuatro apartados, los cuales identifiqué en dos categorías: fantásticos y reales, este par se juntan por la temática permanente en el libro: la muerte forzada, a partir de la violencia. Los fantásticos los situé en los capítulos uno y tres: llamadosCastillos de sangre” y “Dos mil trece volumen 1” respectivamente, y los reales en el dos y cuatro: “Brevedad Infinita” y “Novísimo”. 
En la primera categoría, fantástico, hago referencia al mundo construido a partir de la ilusión de un bienestar eterno sin riesgo a que pase algo más grande que lo bueno, o sea, el estereotipo hecho lugar. Pero éste mundo fantástico es desmitificado por Marcia a través de la humanización del Mundo Disney y de una Robot llamada Yokisha, estos personajes de sus micro ficciones están vulnerables al bien y al mal, como cualquier mortal que se deja llevar por los impulsos y pasiones, ridiculizando el final feliz que supuestamente debería de llegar. En estos apartados la autora hace una primera crítica implícita a la figura de la mujer pintada de manera frágil y sumisa, refutando este estereotipo con conductas violentas de las princesas y con la explotación sexual que les otorga poder en la sociedad. Para ilustrar mi categoría primera, cito su decimosegunda microficción del capítulo uno, “Castillos de sangre”:
“Blanca Nieves carga en sus ligueros una pistola de calibre 38. Se encuentra lista para desaparecer a esa pequeña mafia llamada Los siete enanos. Le habían quitado fama en su cuento.” (28)
Yokisha por su parte es una robot que presencia un desastre en donde vive, exigiendo que huya y que se mude a la pupila de una adolescente llamada Maricela Ferreira de 16 años, donde permanece gracias a la dosis de poesía que consume. En el capítulo se habla de las personas que se quedan simplemente en los lugares donde está pasando todo sin posibilidad de huir y cuenta qué pasa con los que se fueron, pero nunca se volvieron a ver. 
“El gigante sigue causando ciclones con sus dedos en otras residencias cercanas. Los pobres y robots de baja calidad desparecen.” (59)
Un día regresaba de mi primaria Fray Toribio Benavente, era Junio  de 2007 y el calor desértico alcanzaba los 40 grados aproximadamente. Fueron por mi como siempre, en ese tiempo mi madre no podía ir porque recién se había aliviado de mis hermanas gemelas, así que mi papá pasaba por nosotros, primero por mi a la primaria y después por mi hermano a la secundaria, aquel día caminamos por la calle Uruguay hasta llegar a la Vicente Guerrero, dimos vuelta a la izquierda hasta llegar al Rapidito y de ahí le seguimos todo el parque Borunda hasta la Secundaria Federal Número 1, salió mi hermano. Regresamos por el mismo camino hasta llegar a la Vicente, ahí agarramos la ruta azul que nos dejaba en el parque que estaba atrás de nuestra casa en la 20 de Noviembre. Mi padre era tránsito en Juárez, ese día no dijo nada, no preguntó cómo nos había ido, sólo nos compró un boli para aguantar el calor. En la noche mi mamá nos avisó que cambiaríamos de escuela y que ya no viviríamos ahí, una semana después nos mudamos por el centro del país, jamás volví a saber de mis compañeros, pero no sólo yo, sino toda la familia, la gente de Juárez se había esfumado, pero sólo los que pudieron huir, los que no tenían posibilidades económicas desaparecieron paulatinamente por la violencia. ¿Y qué pasa con los que sobrevivimos?
La segunda categoría que denominé en sus capítulos fue lo real o reales. Lo he llamado así porque Marcia ya no hace analogías con lo masivamente conocido, más bien es un trabajo parecido al de recoger testimonios, estas micro ficciones son altamente crudas en cuanto a su excelentísima descripción y buena narrativa de fácil digestión. En esas páginas se desnuda la denuncia social del entorno en el que vive la escritora porque hace referencias directas a lugares específicos de Tijuana como la calle Revolución o triviales dedicaciones como la prostitución en esta frontera. Así como distintas situaciones que serían muy probables en el norte del país y actualmente en otras zonas del mismo. Incluso sus micro ficciones no tiene sitio, exigiendo a un lector activo capaz de terminar de imaginar qué y por qué pasa. 
Futuro 
Mientras soñaba con un árbol, su espíritu se metió por la puesta de uno de los cuartos del Motel que solía frecuentar de niño. Sólo hasta que se paró frente a la cama, miró recostado a un cadáver en estado de putre-facción. En su estómago había una serie de olas que transitaban y golpeaban sin llegar a un punto, puesto que unos pantalones yacían en el piso justo con el olor de su madre.” (49)
Hace un año, tras pasar dos horas de camino entre camión, metro y metrobus, había llegado a casa de mi novio. Recuerdo que él estaba en el baño entonces yo juguetee con nuestro perro y después estaba decidida a acostarme y descansar un poco, para hacer tiempo en lo que salía. Me quite mis zapatos en la sala y mi pantalón ya casi estaba en el suelo, cuando quise entrar al cuarto una sensación recorrió mi cuerpo, como si la sangre se hubiera puesto de acuerdo para bajar desde mi cabeza a los pies. En la cama como arrinconado parecía que había un cuerpo, un cuerpo envuelto en cobijas asesinado, eso pensé yo, corrí a verlo al baño y a pedirle que moviera esas cobijas o lo que fuera, para mi suerte sólo eran las cobijas y sólo era mi mente imaginando cosas que no parecía viable pensar para mi novio que era de la Ciudad y que esa era su casa, sin embargo yo nunca lo había descartado como opción, en ese momento y después de pensar que en las bolsas negras de basura de las calles de aquí en el ex dfhabía restos de personas me di cuenta que crecer en el norte con un peligro seguido ha dejado secuelas en mi espíritu, pero ese espíritu no es compartido con las personas que viven en el centro del país. 
Me parece que Brevedades infinitas es una gran obra porque introduce a los lectores a estar enterados de manera metafórica de otra zona del mismo país que está empapada de muerte forzada y no me refiero a que no haya información que haga eso, o fotografías que no lo muestren sin embargo Marcia ha utilizado la introducción paulatina de la violencia, a partir de cuentos tradicionales y de ficciones, que son bagaje muy conocido haciendo que su entendimiento sea rápido y que la audiencia a la que pueda llegar sea mucha más y de edades distintas como ustedes después del cuento de hadas o en medio de todo eso; una bofetada de realidad,  a partir de testimonios reales o no, que aun sin saber su veracidad hace una crítica al constructo social en cuanto a las mujeres y la desmitificación de la violencia en México. 
Sin ya casi nada qué decir, les doy las gracias a los asistentes por permanecer escuchando mi desnudes y al CCH que abrieron sus puertas muy amablemente. Y para finalizar me queda agradecer a Marcia Ramos por compartir este libro que me acompañó uno o dos de mis viajes de dos horas a la universidad y que con gran fervor ha revivido mis sentires de lo que yo he llamado SÍNDROME DEL MIEDITIS CRÓNICO.
Muchísimas felicidades y éxito.

Naomi Lira

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