memoria sin palabras
Hoy recibí una carta del puño y letra de Dios en la que decía que mi corazón era de cristal. En el aire se desvanecieron las huellas digitales de mis dedos y no volví hacer feliz nunca más. Decidí salir del laberinto formado de pétalos oscuros hechos de oro que me rodeaban a cada paso que daba, detrás de mí otros hombres se quedaban como estatuas. Toda la tinta se había escurrido entre las manos y las hojas habían volado a lo lejos.
este el principio de algo....
este el principio de algo....