Los niños no van a la guerra
El cielo se empieza a nublar,
los niños cargan en lo alto las armas listos para la guerra.
Brincan en el lodo y se toman el abandono con la boca bien abierta y los ojos bien cerrados.
Ya les empieza a chispear el lodo y van cantando una canción de unión pare encontrarse por fin con la muerte andante.
las madres adoloridas gritan desde la consciencia adormecida y las manos temblando,
buscando a sus pequeños entre los dibujos, quizás un castillo los haya atrapado, pero luego recuerdan que fue el hombre cobarde, unas manos ensangrentadas les entregan los restos de lo que fue un niño.
Y el dolor palpita, se acumula y aumenta, las espinas crecen, se arremolinan entre sus piernas y pierden el sentido, pierden el tiempo, todo calla nada resplandece entre las almas oscuras.
Parece que hoy no ha parado de llover...
los niños cargan en lo alto las armas listos para la guerra.
Brincan en el lodo y se toman el abandono con la boca bien abierta y los ojos bien cerrados.
Ya les empieza a chispear el lodo y van cantando una canción de unión pare encontrarse por fin con la muerte andante.
las madres adoloridas gritan desde la consciencia adormecida y las manos temblando,
buscando a sus pequeños entre los dibujos, quizás un castillo los haya atrapado, pero luego recuerdan que fue el hombre cobarde, unas manos ensangrentadas les entregan los restos de lo que fue un niño.
Y el dolor palpita, se acumula y aumenta, las espinas crecen, se arremolinan entre sus piernas y pierden el sentido, pierden el tiempo, todo calla nada resplandece entre las almas oscuras.
Parece que hoy no ha parado de llover...