Álter ego

Mis palabras existían para aguardar tu libido imaginario
puesto que tu cuerpo solo era un almacén de recuerdos.
El olor a vómito de bebé que llevabas cargando
no era un síndrome de Edipo,
ni mi mente perdida,
ni la boda no consumada.
Eran las estrellas que caían por la gravedad
de vivir como tu último día,
detrás de cuartos oscuros todos los meses pasados,
construir nuevas mentiras para tapar las verdades no dichas,
desgastarse en el camino para quemar todo,
convertirte en el segundo cuando fuiste el primero,
para poder colocarte como un padre ficticio,
como un eterno amante,
el ganador de un premio que realmente nunca te llega,
porque estar a medias no es estar en todo
porque entregar el pensamiento va más allá de compartir la cama o
de ser turista en su corazón. 
porque tener dinero no te hará un rey,
porque vivir en falsedad es estar muerto,
porque siempre habrá pistas que te descubran,

porque nadie es indispensable.

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