Cortina de humo

El humo del cigarro crea ligeras ondas que entorpecen la vista. Son producidas para aliviar la imagen de un cuarto con las paredes salpicadas de sangre. Nublar la vista funciona también para nublar el presente debido a que a veces dos hombres no pueden coexistir en el mismo mundo y respirar de la misma manera. El uniforme de la prepa sigue tendido a lado de tu mesa todavía huele a sudor, el bat está en el piso, lo aspiras todo y lo entiendes: Mario te hizo el amor, pero también todo lo que la palabra implica.
            A pesar de tu desconfianza, sus llegadas tardes, tu sacrifico de mantener todo guardado y verlo sonreír de lejos en el recreo, todo fue en vano.
            Mario está tendido a lado tuyo cuando siente un fuerte golpe en el pecho, sus recuerdos pueden traspasar la cama. Comienza hablar como si lo sucedido aquel día no fuera nada sino una viñeta que consiguió de un comic chafa y la hubiera recortado.
            Te menciona a Yadira, la muchacha que nunca serás y que se sienta hasta enfrente, la que es novia de Pedro un tipo medio menso, la que no tiene nada de especial más que el nombre de un antro. Te cuenta que estaban en el chat y que entre juego y juego la conversación se convirtió en un Hot Line y que él terminó por ir a su casa. Ella dijo que estaba sola y confundida, te dice que no tuvo de otra, no podía quedar como idiota así que después de algunos intentos fallidos por ser la primera vez pudo alcanzar el clímax. Lo interrogas. Quieres información detallada, quieres sacarle lágrimas de los ojos y que te confiese que todo fue un sacrificio, pero a medida que habla parece que disfruta al volver a recordar. No hay gotas a punto de salir de los ojos ni flores que salen de su boca pidiendo perdón. Sin pensarlo, pero guiado por la perversidad revisas debajo de tu cama y coges ese bat que un día abandonaste cuando eras niño. Le das en la cabeza todos los golpes que la vida te dio, le das hasta que sus ojos se hunden, le das hasta que desaparecen todos sus deseos y hasta que dejas de existir.    

            Una última aspiración más profunda que las primeras antes de que abran la puerta,  se termine la canción y te encuentre su fantasma .


























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