El pez

Soñé con un pez, pero le salieron alas y se fue. Cuando regreso era demasiado tarde quiso no tenerlas. Había cambiado, era algo mucho más tenebroso, de su boca salían  palabras pulsantes casi vivas. La pecera ya no estaba. La tierra ya no estaba y el pez se fue a no sé dónde ni con quién. Despierto y mis escamas tampoco están, mis palabras de hueso me siguieron.

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