El diente (poema para niños)
Jugar a la casita con las manos hechas de tierra y agua
esperar en el jardín al viajero del tiempo con los ojos cerrados
acurrucada en la sillita del pueblo para adornar el corazón
como todo gesticulador.
Pues sucede que el diente flojo se empieza a caer
no ha parado de bailar entre los dedos,
parece sujetarse antes de dar la última ida
el hada de los dientes no ha dejado de cantar,
en mi oído grita el adulto,
en mi oído suspira el niño,
el diente flojo se despide sin parar de reír
pues sabe que el niño no lo necesitará para jugar
pues un hueco lo acompañará.