Corazón, yo sé demasiado, conozco sus sueños más intensos, también conozco su debilidad, es la mujer, y se admira, y admira al Che, usted ama su pueblo, es un idealista, un poeta peligroso, que le da miedo la muerte, aunque la lleva consigo a todas partes. Corazón, yo soy la bruja, que se chupa el corazón cuando le da sed y cuando no también. Sepa usted que para muchos la bruja es sinónimo de muerte, se vuelven presentes entre más invisibles estén, no tenga miedo todos los espectros conviven en armonía, por supuesto en su hogar, la tierra. Corazón, ambos sabíamos que entre más lejos era mejor, solo podemos ser felices juntos unas horas, quizás unos días, a lo mucho unos meses, porque los dos perseguimos lo mismo, la felicidad envuelta en escorpiones. usted la lucha, yo la vida. Pero, Corazón, no estemos tristes, mejor bailemos lo que nunca. Usted me dedica poemas, y yo se los escribo.